Tuesday, October 4, 2011

La vida fuera del Village

Hemos visitado las zonas fuera del Village. No es la primera vez que lo hacemos y no creo que sea la última. Nyumbani tiene la labor de recorrer la zona en busca de niños o adultos infectados con el SIDA. Una vez localizados, se les proporciona tratamiento y medicinas que mitiguen la enfermedad a la vez que se les da educación y medios para controlarla e intentar que no se siga propagando.
Una vez más nos hemos desplazados con el personal del Village en busca de nuevos casos que ya han sido localizados previamente a través de un grupo de “agentes” locales captadores de
información. Nos desplazamos en una “pick up” que parece haber sobrevivido a la “segunda guerra mundial” por estas carreteras (por decir algo) polvorientas. No paran de subir más pasajeros a bordo en busca de transporte gratuito que hagan mas llevaderas sus caminatas diarias. Para hacer hueco, decidimos pasarnos a la parte trasera de la “traca” . Hemos comido polvo a toneladas. BIENNN. Nuestra dieta baja en proteínas ya ha encontrado un nuevo suplemento.
Llegamos a “Kwa Vonza”, el pueblo más cercano a Nyumbani (20 Km) y buscamos a los “agentes” que nos tienen que guiar a las “chabolas” donde “sobreviven” las visitas de hoy. No es fácil encontrarlos con estas “señalizaciones”. Los caminos son igual de polvorientos y la
miseria la misma en todas partes. No hay referencias que nos orienten. Uno a uno vamos llegando a los destinos, tan escondidos , tan míseros , que es difícil adivinarlos. Nunca habríamos imaginado que así pudiera vivir algún ser humano. Los casos que vemos son desesperados. No solo son los afectados por el SIDA, tambien son muchos los que viven en la indigencia.
Una anciana desconsolada ha perdido a todos sus hijos y ahora se siente responsable de sus nietos. No entra en Nyumbani porque dos de los nietos son demasiado mayores; (12 años) La chabola de la abuela es espeluznante. Allí se meten 5 personas. Su recuerdo más moderno es del 89 , el calendario!!! (face book). Hay una madre con 4 hijos de 1 a 5 años . Uno de ellos murió de hambre hace escasas semanas. El marido no para de embarazarla. Ella, mentalmente incapacitada, no tiene ni idea de nada. Y él… qué voy a decir. No hay manera de frenar el SIDA.
Un padre ha perdido a su mujer. No tiene trabajo, vive en las chabolas. Rebusca en las basuras mientras los niños acarrean leña que apilan en un montón. No sabemos con que finalidad. Los chiquillos hambrientos y sin madre nos miran con cara de no entender nada. Sus ojos ni siquiera piden. Les das la mano y te regalan una sonrisa llena de inocencia. Te desarmas. No sabes que hacer. Sientes vergüenza de no hacer nada, de no llevártelos contigo. Lo único que me piden es una foto de la familia frente a la tumba de la madre. El montón de leña. “No es de extrañar que la foto la vea desenfocada. No tenemos palabras. Habrá más visitas fuera de Nyumbani. Iremos a las que podamos, No es por gusto, ni por morbo. Lilian, la Asistenta Social, nos lo pide. Necesita apoyo moral. Necesita que lo veamos. Necesita que lo contemos. ¿Qué se puede hacer?