Wednesday, November 2, 2011

Líderes de hoy, líderes de mañana

Que difícil es hacer que las cosas funciones aquí. Llevamos mas de mes y medio y todavía nos ponemos de los nervios al ver este desorden tan generalizado. Imaginaros mas de 80 casas agrupadas en círculos de a cuatro, con mas de 12 niños cada una, sin madres, sin cajones, sin armarios. El lío y el desorden les come por todas partes. Si ya nuestros niños, con sus más de 20 añazos, con sus cuartos, con sus muebles y aún así tienen todo tirado, ¿qué van a hacer estos a quien nadie ha enseñado?
Lavar lo hacen muy bien, pero no entienden por qué no se va a ensuciar inmediatamente después. Barren de vez en cuando, pero para qué se van a molestar en no tirar la basura otra vez justo a su lado. ¿Ordenar? Eso es todavía más complicado, aunque a primera vista parece que no tienen tanto, pero luego pregúntales dónde tienen el plato, el pañal o dónde esta un zapato… No hay forma de adivinarlo. Pero, Dios Santo, qué les costará poner cada cosa en su sitio. Una cesta para cada cosa, una para la ropa, otra para los platos y vasos y así cada uno con sus trastos.
Muchas cosas las tienen rotas, aunque a veces es por escasa calidad o mala instalación, pero la gran mayoría es por falta de cuidado y pésima utilización. Cuántas veces hemos visto cubiertos usados como herramientas de jardín. Cañerías arrancadas porque los niños se cuelgan como si fueran un columpio. Barreños tirados por el medio y llenos de piedras. Camisetas usadas como estropajos. Las zapatillas todas llenas de barro. Los gallineros vacíos porque las gallinas acampan en las cocinas. Huertos sin plantas porque las vallas están rotas y los pollos entran y se comen las semillas...
Hay que entender que estos chicos son demasiado pequeños. Llevan ya mucho sufrimiento encima como para pretender que aprecien las cosas de la misma manera que nosotros exigiríamos. Aun así hay que intentarlo, pues lo que tiene aquí es un regalo que muchos de afuera morirían por alcanzarlo . Así que les hemos perseguido y agotado con charlas y comentarios para que se den cuenta que a pesar de su escasez, son muy afortunados por poder vivir en este poblado, porque tienen casa, porque tienen comida, porque tiene techo y famila.
No se trata solo de enseñarles a que cuiden su casa, sus cacharros, que organicen la ropa. Que no tiren la basura por en medio, que no dejen la comida en el suelo, que no pongan los pies en el barro y sobre todo si están descalzos. Se trata sobre todo de concienciarles del entorno donde viven. Se trata de que aprendan a quererlo, a conservarlo y a respetarlo. Se trata de que aprendan a valorarlo.
Hemos creado un programa de líderes, donde cada comunidad debía elegir a un representante. Sería el responsable de la organización de los equipos para la cooperación en el trabajo, el control y la supervisión de problemas de comunicación con la oficina de mantenimiento. Organizaría eventos musicales o deportivos. Comenzaría a hacer labores sociales, (como lorganizar grupos de niños para visitas semanales a Benson).
A simple vista parece muy sencillo pero, madre mía, lo que ha costado. Qué horror, esto ha sido como unas elecciones al senado. Hemos hecho reuniones, hemos hecho campaña, hemos visitado las comunidades como si estuviéramos de elecciones. Convenciendo, hablando, explicando las responsabilidades y las ventajas. Y llegada la fecha tope, algunos no tenían candidato. Unos porque son muy tímidos, otros porque no tiene ni idea de cómo hablar en público. El que menos -dice-ya tiene demasiado trabajo. Así que una vez más, hemos recorrido las casas. Hemos visto a todos los niños. Hemos tirado de la oreja cuando todavía no habían elegido y por fin después de unas semanas lo hemos conseguido .
Llega el día de la reunión y aparece otro problema: "El Tiempo". Aquí la percepción del tiempo tiene otra dimensión. Como ya había contado, no se rigen por relojes, sino por labores, trabajos o obligacione. Aquí está la hora de comer, la hora de ir al colegio, la hora de lavar , o la de preparar el fuego. Cuando a nosotras se nos ocurre quedar a las cuatro en punto…. Todos asienten, pero ninguno lo comprende. Cuando llega el momento de la reunión, si aparecen solo la mitad es una suerte. Seguro que ha sido porque pasaban por allí de pura casualidad. El resto, no importa. Seguro que tarde o temprano, llegarán. La mayoría, cuando ven ponerse el sol, piensan: Dios mío, las cuatro en punto. Seguro que ya ha sido la reunión. Vienen corriendo aunque sea con cuatro horas de retraso. Al principio, que desesperación. Pero bueno, luego te resignas, te cargas de paciencia y te adaptas a esta manera de contar el tiempo.
Total, el programa ha salido adelante. Parece que todos están muy contentos. Los chicos porque se sienten mas comprometidos. El staff porque tiene mas ayuda y mas tiempo. Nosotras porque al menos creemos que hemos aportado algo con este proyecto.